jueves, 21 de noviembre de 2024

LA SOMBRA DEL PERRO

 

LA SOMBRA DEL PERRO

Ramona López Gómez

Ramona pertenece a la cofradía de los que escribimos cuentos, género algunas veces menospreciado sin más razones que el desconocimiento. Como es bien sabido lo han cultivado profusamente desde los maestros rusos, franceses, ingleses, americanos, etc. hasta nuestros próximos Borges, Cortázar, Aldecoa, Monterroso y tantos más en lengua castellana que harían esta relación interminable.

Ramona cultiva el género y lo cultiva con maña de hortelana sapiente y delicadeza de artesana del bolillo. Digo esto en lo referente a lo minuciosamente trabajado del texto, a lo ponderado de las imágenes que suscita y a lo pulido del lenguaje —estoy seguro que revisado una y mil veces—, como el exigente artesano hace con la pieza que quiere perfecta.

Con hacerse agradable y de fácil la lectura de la obra, lo que más me ha impresionado ha sido el contenido.

Es un alegato feminista en toda regla. Y un alegato bien fundado en experiencias propias o ajenas descritas con elegante prudencia (nunca se sabe en qué medida autobiográficas). Esa parte, con enorme carga didáctica es la que más alto recorrido tiene entre gente que, como yo, pertenecemos a una época en la que a esas cuestiones se les negaba la existencia a fuerza de hacerlas invisibles. Visibilizarlas ahora es una cuestión de justicia para mejorar una sociedad que tiene muchos de esos valores en peligro.

Ramona no ha sido víctima de la “incapacidad narrativa” a que se refiere su presentadora y maestra (y mía) en la Biblioteca Regional, Lola Lopez Mondejar en su libro “Sin Relato“. La coincidencia en el tiempo de los libros de ambas es un factor coadyudante desde planos bien diferentes. Lola analiza en profundidad la estupidizacion progresiva de sociedades desprovistas de la capacidad de reflexión. Ramona nos muestra un Pantone de casos cotidianos y vecinos que nos invitan a reflexión.

Es “La sombra del perro” (Editorial La fea Burguesía, 2024), un desfile de personajes, crudos y reales como la vida, con frecuencia tiernos y desamparados, pero siempre próximos y dignos de comprensión y hasta de tierno cariño. Por fortuna aquí no hay “colapso de la competencia narrativa”, sino todo lo contrario. Descripción minuciosa y vívida de lugares, hechos y personajes.

Consta el libro de 38 historias narradas con sencillez impactante. Muchas de ellas “in media res” que nos retrotraen a narraciones pretéritas bien conocidas por Ramona.

La Negra y su perro (60) que imaginamos danto título al libro, el asesinato en la alhóndiga limonera Temporada de tomate (19), la paloma herida en Carrera con el diablo (125) o el caballo abandonado a la intemperie El caballo (163)... Son otros tantos relatos a los que uno se avecina lleno de avidez y de los que sale con un estremecimiento agradecido. Merecen lectura sosegada que resulta plácida y aleccionadora.

No se lo pierdan.

 

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