miércoles, 27 de noviembre de 2019

MÚSICA PARA MELOCOTONES


Mariano Sanz Navarro

LOPEZ SORIA, MARISA, Música para melocotones, DiQueSí, Madrid, 2019
Marisa, ya lo he dicho en otras ocasiones, posee un don especial para llegar con un lenguaje claro y penetrante al público juvenil al que van dirigidos sus libros. Lo que no excluye en absoluto a los lectores que, como yo, han superado ampliamente esa franja de edad.
Esta “Música para melocotones” es un lenitivo para el lector que se detenga a disfrutarla. Y en el “lector” incluyo a toda persona, sea cualquiera su edad, género y condición.
Poseen los libros de Marisa (cuyos títulos y editoriales harían esta lista tan interminable que me permito remitir al amable visitante de esta página a la suya: http://marisalopezsoria.com/), otra cualidad no menos apreciable: son de gran entretenimiento y diversión, lo que no excluye mensajes subliminares –y no tanto- sobre aspectos de importancia para el lector. Hay un afán didáctico soterrado en el libro: se habla de cocina, de agricultura, del medio ambiente, de literatura, de relaciones sociales y de otras muchas cosas que superan ampliamente el espacio de los vínculos juveniles.
La música que nos ocupa suena, básicamente, a igualdad. Un adolescente –ya talludito- describe los avatares, a veces onerosos, a los que debe enfrentarse para “invadir” el terreno casi siempre femenino de los “canguros” a domicilio. ¿Es que un chico no puede ser igual de responsable, cariñoso y eficaz que una chica a la hora de cuidar niños? Descúbralo el que se acerque a este ameno relato. Y disfruten, los que ya no tiene la edad de los actores, sintiéndose adolescentes de la pluma fingida de Salva y algunos de sus amigos que van tomando el protagonismo sucesivamente. 
¿Por qué “Música para melocotones”? Porque un melocotón es algo bien bonito. Algunos melocotones son aterciopelados, suaves y según crezcan podrán convertirse en dulces calabazas o nectarinas (81).
Suso, Cristina, Mabel, Salva León, y el pez guppy, -que tiene órganos femeninos y masculinos-, la abuela Candelaria, además de otros muchos personajes, van tejiendo una historia de relaciones entre jóvenes que nos trasporta a una edad que no deberíamos olvidar nunca.
Una novela deliciosa para el joven y la joven, el papá y la mamá, el abuelo y la abuela.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

EL SUFRIMIENTO DE LAS CIGARRAS



Mariano Sanz Navarro

PEREZ NAVARRO, MARIA JESÚS, El sufrimiento de las cigarras, Caligrama, Murcia 2019
Toda opera prima puede ser una dirección, una punta de flecha que permita intuir el sentido y profundidad de obras posteriores. Si es así, auguramos un feliz recorrido a la autora de “El sufrimiento de las cigarras”, editada por Caligrama, con la que ha debutado en la Feria del Libro de Murcia 2019.
Comprobamos desde las primeras páginas que no es preciso ambientar una historia en Paris, Londres, Nueva York, Madrid o Barcelona para que la acción y los personajes resulten creíbles e interesantes.
La acción de esta novela transcurre en un ámbito familiar para nosotros: La Manga del Mar Menor, con unos personajes tan corrientes que podrían ser nuestros vecinos de escalera: veraneantes de clase media-alta cuyo mes de vacaciones transcurre en la parte más selecta –un poco pija- del Mar Menor.
Una adolescente que pasa los soleados días de verano rodeada de alegres camaradas de su edad, sin más obligaciones que las de disfrutar del sol como hacen las cigarras, se ve abocada a desentrañar una misteriosa desaparición ocurrida diez años atrás en la casa que ahora posee su familia. Ha descubierto casualmente unas pistas que la llevan a interesarse por el caso. Intuye que hay algún misterio tras la mujer que supone víctima de un matrimonio desdichado que la aboca a la infidelidad. La investigación la llevará a seguir derroteros inesperados y aún peligrosos en los que cobrará especial relevancia la ayuda de un camarada que se irá convirtiendo en algo más.
A lo largo de la obra, surgen relaciones de amistad, amor y odio, a través de las cuales la autora nos va conduciendo, acunados por las olas que sostienen la música de fondo –el mar siempre presente-, hasta el inesperado final.
Si a ello añadimos la crisis de un matrimonio amenazado de divorcio, una abuela zarandeada por acontecimientos que no acaba de comprender más allá del afán de proteger a su nieta, y personajes sobrevenidos de corte cuasi mafioso, tendremos el caldo variopinto en el que se cuece la novela.
Cuanto tenga de autobiográfico el libro es cosa que pertenece a la imaginación del que escribe. Es esa una eterna cuestión a la que cada autor responde como mejor puede ya que, suele suceder que en el tráfago de la escritura se mezclen en un totum revolutum experiencias, recuerdos, sentimientos y aún fantasías, de manera que el resultado final forme una amalgama cuyos componentes resulten difíciles de separar.
No hace falta desearle éxito a la autora, ya lo obtuvo merecidamente con su premio de finalista en el concurso del Casino de Monovar en su edición de 2019. Lo que si cabe desearle es que continúe felizmente con su carrera de triunfos.


sábado, 16 de noviembre de 2019

LUNA MENGUANTE


Mariano Sanz Navarro

CUBERO LUNA, JOSÉ, Luna menguante, Murcialibro, Murcia, 2019

Después de “Memorias de un niño murciano”, “Prosas de atardecer” y “Vistabella mon amour”, amén de otros títulos de publicaciones más antiguas, vuelve José Cubero, escritor murciano-extremeño afincado en Barcelona, a deleitarnos con un estupendo libro de relatos, “Luna menguante”, presentado en la reciente Feria del libro de Murcia de 2019 y editado por Murcialibro. A la obra nos conduce una impactante portada de Diana Escribano Henarejos que anticipa algo de lo que hemos de encontrar en su interior.
Comentaba Rubén Castillo en su Blog (https://rubencastillo.blogspot.com/) a cerca de otro volumen de cuentos publicado en esta misma editorial (Vampiros y otros relatos) la diferencia entre los libros que contienen historias sin relación entre sí y aquellos otros en los que existe un hilo conductor que mantiene cierta coherencia entre ellos. Como en botica, hay de todo en literatura y no debe exigirse al capricho del autor más que el nivel de calidad necesario para no ofender al lector. Que los relatos de un libro tengan algo en común o no, es cosa suya. En el caso de Cubero, la calidad está garantizada y el entretenimiento también.
Los 25 relatos que componen Luna menguante sí tienen un hilo conductor (o varios): todos los protagonistas son hombres acosados por la soledad, el desánimo y cierta propensión a lo negativo del entorno en que se mueven. Sobrevuelan el café y el tabaco de forma obsesiva, como si su hábito constituyera problema de difícil solución en un ambiente que oscila entre el absurdo descontrolado y lo onírico.
A pesar de lo dicho, no componen estos relatos un mundo tétrico, siempre hay una dosis de humor, un escape hacia la broma o el absurdo que contrapesa lo dramático y deja un buen sabor de boca. Cubero propone que contemplemos lo insensato de la sociedad en que vivimos sin que perdamos la esperanza.
Una segunda lectura reposada hace que sea difícil encontrar un “favorito”. En todos los cuentos late un fondo de ironía ante las situaciones inverosímiles que pudieran ser perfectamente reales en el desquiciado mundo que nos ha tocado. Nada de lo que se relata en ellos, por improbable que parezca, puede resultar imposible, y el hombre solitario de cubero protagonista de los relatos, así parece anunciarlo.
Altamente recomendable para leer y releer despaciosamente.