GUARINO, ROSARIO, Vuelo de palabras, Aurea clásicos, Murcia, 2022
Rosario Guarino (hipocorístico Charo para los amigos) siempre es bien recibida en estas páginas:
(https://marianosanznavarro002.blogspot.com/2021/05/a-la-intemperie.html), no solo por una relación personal entrañable, también por la calidad evidente de sus textos, amén de una circunstancia muy valorada por quien esto escribe: su capacidad de enseñar. Uno, que nunca madurará bastante, se contenta con la sola cualidad de permanecer para siempre discente. Y recibir la enseñanza de Charo es una de las ventajas que proporciona su obra.
En esta especie de diccionario extenso, nos regala la descripción pormenorizada de 62 voces —desde agenda a zancocho— que aparecieron diariamente en La Opinión de Murcia durante el verano de 2021, cuando la pandemia nos mantenía aún en situación temerosa e incierta.
Charo es buena maestra de las lenguas clásicas y sus orígenes indoeuropeos, y está dotada muy especialmente para enseñanza, lo que la convierte en una fuente amable para quien quiera acercarse al conocimiento que distribuye con tanta generosidad como modestia.
Dudo de que nadie, por culto y sabio que se estime, deje de regocijarse con alguna de las muchas enseñanzas que el libro contiene: chiringo: chorro de café filtrado a través de un calcetín (Chiringuito, 21); serendipia: circunstancia o acción favorable que se produce por casualidad y constituye un acierto (Chiripa, 23); munificencia: generosidad de alguien en relación con otros que le están subordinados (Inmunidad, 59), pues “el idioma modela el mundo, y también es reflejo de él, y por lo tanto no es algo fijo e inmutable” (Mujer, 83).
Hay que felicitar a los editores por haber reunido en este libro de elegante factura y bellamente ilustrado por José Luis Montero esas sesenta y dos perlas que fueron engarzando el collar durante la canícula murciana. En el periódico se podían leer algunas a salto de mata, sobre todo para los lectores que no son habituales seguidores de la prensa escrita, pero una vez reunidas en ramillete, resulta fácil —e ilustrativo— bucear en el sentido de cualquiera de ellas para delectare al tiempo que se recibe el docere, ambición cultural desde tiempos romanos y aún anteriores.
Sin escrúpulos [que representan las dudas y vacilaciones que provoca la reflexión personal a propósito de la actitud que se debe tomar sobre algunas cosas (37)], recomiendo la lectura de estas amables e ilustradoras páginas.
Mariano Sanz Navarro