Mariano Sanz Navarro
LOPEZ SORIA, MARISA, Los corazones del pulpo, Oxford, Madrid, 2012
LOPEZ SORIA, MARISA, Los corazones del pulpo, Oxford, Madrid, 2012
Marisa López Soria (Albacete, 1956) cuenta con
más de treinta libros publicados para niños y jóvenes en distintas editoriales (Edebé,
Everest, Alfaguara, Hiperión, Casals, Espasa, Círculo de Lectores, Pearsons
Educación, Mondadori, La Galera, Planeta, Oxford, Laberinto…) y ha sido
traducida a varios idiomas.
Diversos autores especialistas en el género que cultiva han
destacado su interés en colocar el
lenguaje y la literatura por encima de los argumentos y de los mensajes
explícitos[1];
su gusto para jugar con las palabras y el cambio de hilo de la
narración[2];
la tendencia a reducir, eliminar palabras, buscando la sencillez, situando la
trama en lugares universales y no concretos. Sus obras esconden siempre un
trasfondo pedagógico[3];
el uso de un lenguaje rítmico y de agradable lectura – recurriendo a los juegos de palabras– mezclado con un tono coloquial y
siempre en presencia de la ironía[4],
etc.
*
Vayamos ahora con los corazones del pulpo.
Lo del título no es casualidad. Los pulpos tienen, en efecto,
tres corazones, que se complementan para transportar por el interior del animal
la sangre de color azul, como dicen que la tenían los monarcas antiguos. Puede
que los de ahora, por mor de las democracias igualitarias, estén virando al
rojo común y corriente, desmarcándose de esos cefalópodos.
Quizás por eso de la sangre azul, a los pulpos se les debía
conferir título de nobles, pero no es en ese sentido en el que la autora
utiliza la metáfora, sino en otro más ingenioso, como verá el que lea la obra.
Además del curioso título, lo que más sorprende al lector es
la frescura del texto: el libro está escrito, fingidamente, por una
quinceañera; y encontrar el lenguaje desinhibido y natural que los chicos de
nuestros días emplean, no es tarea fácil, al menos así lo considera quien esto
escribe, que disfrutó hace ya mucho tiempo de esa hermosa edad.
Marisa, como los buenos escritores, ha adquirido la facultad
de “mirar”, de ver lo que los comunes no podemos ver, para ofrecérnoslo luego,
a través de la letra impresa, donde lo ha fijado para siempre.
El libro es muchas cosas sin que me atreva a colocarle una
etiqueta concreta. Describe un interesante recorrido por la bella región de
Francia llamada Alsacia, pero no es, en puridad un libro de viajes, ni una
novela, ni un ensayo sociológico, aunque participe de todas esas
cosas. El recorrido desde un lugar del sur de España hasta la parte de Francia
que nos describe, es excusa para adentrarse en la aventura de una adolescente
que comienza, a contrapelo, el periplo siendo ninfa y lo completa habiéndose
convertido en mariposa adulta.
—¿Estás enamorada?
–preguntó en ascuas- A mí me gustaría tanto saber cómo se nota eso del amor,
qué se siente…
Para la chica que nos lo relata, este es un viaje iniciático,
ese viaje que aparece en los más antiguos tratados de nuestra literatura
mediterránea y que todos, de una forma u otra, hemos hecho alguna vez en la
vida y mantenemos, en secreto, el deseo recóndito de volver a realizar otra
vez, como en el mito del eterno retorno.
Vivimos en un mundo complejo en el que nos vemos obligados a
inventar nuevos códigos de relaciones y conductas, redefinir y aceptar
situaciones que hasta ahora eran marginales o inexistentes. Pues bien, la
panoplia de personajes que forman el grupo viajero de Los corazones del pulpo, constituye una muestra arquetípica de esa
sociedad, con sus virtudes y
contradicciones en las que las tres adolescentes protagonistas, como los
tres corazones de un pulpo, fluctúan intentando acoplarse entre sí y con el
mundo adulto que no siempre comprenden, ni las comprende.
Describe Marisa, a través de su personaje, Micaela, con
fluidez y encanto que facilitan la lectura, costumbres, tradiciones,
gastronomía y formas de vida del país que todos, menos la protagonista, están
ansiosos por descubrir. Nos lleva a visitar ciudades llenas de tradición e
historia. Nos habla de una tierra con peculiaridades sorprendentes para gentes
que llegan a él desde otras en las que la nieve, que cubre la Alsacia durante
ocho meses al año, es un elemento desconocido por completo.
Es, en fin, libro encaminado a un público juvenil que un
adulto puede leer con agrado, descubriéndose con facilidad en los personajes
que en él aparecen, y realizando, del bracete con ellos, un recorrido lleno de
encanto por un país hermoso, diferente y acogedor, en compañía de unos
elementos llenos de vida y naturalidad.
La edición de Oxford University Press es cuidada y elegante,
la portada premonitoria. La letra, suficiente, hace la lectura agradable. Una
obra recomendable incluso para los que ya no estamos en edades juveniles.
[1] Ana Garralón, Historia portátil de la literatura infantil.
[2] Revista
Educación y Biblioteca
[3] Revista
“Platero”, Premio Nacional de Animación a la Lectura, número especial dedicado
íntegramente a la autora.
[4] , Juan José Lage Fernández en
su Diccionario histórico de autores de la
Literatura infantil y juvenil contemporánea.