Mariano Sanz Navarro
Viene este introito a cuento de la lectura del libro que nos
ocupa, del que no me parece oportuno hacer critica personal, dada la extraordinaria
sensibilidad que el tema ha despertado en Cataluña y aún en el resto del
territorio, hasta hoy llamado España. Me limitaré a entresacar
algunos párrafos del mismo y que el sagaz lector extraiga de ellos sus propias
consecuencias y se anime a leer el resto.
Téngase en cuenta que el libro está publicado en el mes de
Septiembre del presente año (2017), antes de que se produjera el referéndum que
unos consideraron legítimo y otros no. Por cierto, con referencia a los
referéndums, anticipo: Artur Mas, en entrevista para TV3 a finales
de 2011, se manifestaba contrario a la celebración de un referéndum porque
“dividiría el país en dos”, y Jean Charest, ex primer ministro de Quebec,
durante una visita a Barcelona en 2015: “Los referéndums no son la panacea: dan
una respuesta, pero también dividen, bloquean, crean tensiones, dejan heridas”.
P. 22
He aquí algunas frases del libro:
· Nuestra
posición compartida está claramente expresada en el titulo y subtitulo del
libro: reclamamos, por unanimidad, que nos escuchemos; proclamamos que la única
salida es el entendimiento, y nos manifestamos sin ambages en contra de la
secesión. No solamente no somos independentistas, sino que nos oponemos a un
referéndum que no sea legal. P.10
· En el acto[1],
destacados juristas subrayaron el callejón sin salida en el que el
independentismo ha colocado a Cataluña y rechazaron la absurda comparación
entre la democracia española y Turquía que Puigdemont, un personaje inmune al
ridículo, habia hecho en unas conferencias en el extranjero. El llamado procés
(proceso) hacia la independencia de Cataluña se dirige a marchas forzadas hacia
ese callejón sin salida en medio del entusiasmo de muchos, el expreso rechazo
de unos pocos, el hastío y el silencio más o menos temeroso de otros, la
sorprendente falta de reacción en el resto de España y la impasible actitud de
su gobierno. P.16
· La
sociedad catalana está dividida en dos mitades respecto a la cuestión de la
independencia. En Cataluña el ambiente se enrarece por momentos, las familias y
los grupos de amigos son ya incapaces de discutir razonablemente sobre las
ventajas y los inconvenientes de la independencia. P.17
· Estamos
convencidos de que levantar una barrera política entre Cataluña y España sería
una especie de automutilación, implicaría una pérdida de oportunidades para los
jóvenes profesionales catalanes, tendría costes inmediatos muy grandes y
beneficios muy inciertos a largo plazo. P.19
· Los
gobiernos del PP han hecho de pirómanos y ahora no quieren o no saben, hacer de
bomberos. Contra la supuesta insolidaridad y egoísmo de los catalanes, hemos
presenciado la recogida de firmas contra determinados artículos del Estatuto de
Cataluña que, con la misma redacción exacta, no fueron recurridos para otras
autonomías. Estoy convencido de que la demanda de independencia ha sido para la
sociedad catalana una forma de canalizar la frustración social creada por la
crisis. P.34
· Dentro de
su nueva estrategia de acercamiento a Cataluña, Mariano Rajoy la visitó en
Marzo de 2017 para prometer, publica y solemnemente, inversiones importantes,
del orden de 4.200 millones de euros en la aceleración de las obras del
corredor mediterráneo. A las dos semanas de este solemne anuncio, se
presentaban los Presupuestos Generales del Estado y no aparecieron por ninguna
parte esas inversiones. Un par de semanas más tarde, como precio del apoyo del
PNV a la aprobación de esos Presupuestos, una cantidad de dinero superior a la
prometida a Cataluña fue a parar a la autonomía menos solidaria de España.
Hasta la fecha, ni el Gobierno, ni el PP han dado ninguna explicación sobre
este hecho. ¿Sobre qué base se puede creer en promesas futuras? P.36
· [Muchos
ciudadanos de Cataluña] Se sienten frustrados, engañados, discriminados y
maltratados. Muchos se han convencido de que el Estado español no defiende sus
intereses o, peor aún, les es hostil. En política, la percepción es más
importante que la realidad. P.38
· La ruptura
unilateral no es posible ni conduce a ninguna parte. Y los catalanes de buena
voluntad y de seny deben comprenderlo
y buscar alternativas realistas. Pero el inmovilismo tampoco es una solución.
Una de las más poderosas e importantes razones por las cuales una independencia
declarada unilateralmente no conduce a ninguna parte es porque implicaría la
salida de Cataluña de la Unión Europea y, en consecuencia, del euro. P.39
Y así sucesivamente.
[1] Celebrado en el Colegio de abogados
de Barcelona por la asociación cívica Portes Obertes del Catalanisme el 11 de
MAYO DE 2017 para presentar el manifiesto Contra
la ley, no; solo con la ley, tampoco, en el que se decía: ‘La llamada a la
desobediencia tampoco ayuda a resolver los problemas y además, degrada nuestras
instituciones de autogobierno […] y deteriora la convivencia democrática’.
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