Muchas veces me habló de esa experiencia de reportero que le quedaba por ensayar, después de su larga trayectoria en nuestro país y en Suramérica donde pasó muchos años como Director de Comunicación de la Agencia Efe. Buscaba, como tantos de nosotros, desvelar los arcanos de la existencia a la que difícilmente le encontraba sentido. Tenía el proyecto literario de entrevistar a Dios desde su posición, más de investigador que de creyente dubitativo. Como dirá por boca de Montiel, personaje central del libro: “tenía la absurda pretensión de hacerle una entrevista a Dios”. (69)
Posiblemente anduvo con ese proyecto en la mochila durante toda su vida —a mí me lo había comentado hacia años— y la muerte le sobrevino —a edad relativamente temprana— antes de que pudiera realizarlo. Sus herederos, en un hermoso gesto póstumo, lo han llevado a cabo por él dando a la luz este libro. Otro suyo, fue reconocido con el premio Manuel del Arco de 1975: “Dieciséis personajes palmo a palmo”. Estoy seguro de que hubiera sido para él una gran satisfacción ver impresa esta última obra suya.
Manolo escribía con la soltura y perfección de los largos años de práctica y “El sol en la espalda” editado por Círculo Rojo en 2022, es una buena muestra de ello.
Como era de esperar, se trata de un relato de corte periodístico donde los personajes viven el interesante, descarnado y a veces inhóspito mundo del periodismo de calle.
Efectivamente, se trata de hacerle una entrevista a Dios y, como es lógico, la aventura resulta frustrada: en el caso de que Dios exista, entrevistarlo ha de suponer una entelequia en la que resultará preso el propio entrevistador: “Hay demasiados ídolos que adorar y a Juan le resulta una paradoja que en una sociedad desligada de Dios haya tal creación de dioses. Quizás todo sea una venganza del hombre: crear dioses y destruirlos de un golpe” (66) y “A los sacerdotes se nos exige respuesta y no la podemos dar” (68)
La trama se desarrolla, como es lógico, en el complicado mundo periodístico de la época, trufado de desafíos, premuras y difíciles trabajos siempre al borde proceloso de la fina cuchilla que separa el éxito del fracaso.
Unas cartas echadas al correo por alguien que murió con anterioridad a la fecha de expedición, son el principio de la trama que va desarrollándose a lo largo de la obra con las voces de los varios personajes que la componen. El resto, queda como desafío al curioso lector.
Acompañan a este primer texto una serie de entretenidos artículos aparecidos en diversas publicaciones diarias, semanales y mensuales que completan la obra y nos permiten la aproximación a un personaje estupendo escritor y mejor amigo.
Sirvan estas letras de cariñoso homenaje a su memoria.
